Buenas tardes,
Querido amigo Octavio Uña. Gracias por la amable invitación a participar en el 27 Congreso de Sociología en Castilla La Mancha. Es un honor pensar en mi persona. El Congreso de Sociología de la ACMS es un logro que queda marcado en mi bibliografía como investigador y escritor. Los congresos de la ACMS son, en realidad, un impresionante taller de creatividad y una escuela de formación para los jóvenes y principiantes investigadores. Como llevo muchos meses en Rabat (sin dar clases), estoy animando a los demás profesores y alumnos marroquíes a formar parte de la ACMS para poder exponer sus investigaciones y aprender de los veteranos sociólogos españoles. Además, el título de la sesión del Congreso de este año traduce la preocupación del sociólogo por la realidad social y los demás cambios que afectan a la humanidad. Desafortunadamente, estamos asistiendo este fin de año a una sucesión de desastres humanos, genocidios y destrucción de patrimonios. Incorporando estos temas en la futura sesión del Congreso de la ACMS traduce la preocupación del sociólogo por el futuro de la sociedad y de la humanidad. En nuestro mundo globalizado, la guerra afecta el conjunto del planeta, destruye los bienes colectivos y provoca heridas incurables. Las interminables guerras en Oriente Próximo, en Afganistán, en Ucrania, y ahora, en Cisjordania desvelan la incapacidad de las personas de arrancar las raíces de los malentendidos entre humanos.
Por razones de salud, no estoy en buenas condiciones de efectuar largos viajes por llevar un marcapasos. Asistir a los congresos de la ACMS ha sido siempre uno de mis apreciables compromisos académicos. Es una situación triste que limita ahora mis movimientos e hipoteca mis futuros proyectos. ¡Qué lástima!
Les deseo a todos una feliz estancia en Valdepeñas para disfrutar de la presencia de investigadores, catedráticos y pensadores de distintas disciplinas.
Mucha suerte.